La responsable de tecnología de la Comisión Europea ha abierto la puerta a retrasar algunas partes del reglamento de inteligencia artificial de la UE, diseñado para limitar los riesgos de esta tecnología.

“Si observamos que las normas y directrices… no están listas a tiempo, no deberíamos descartar posponer algunas partes de la Ley de IA”, declaró la vicepresidenta ejecutiva Henna Virkkunen en Luxemburgo durante una reunión con los ministros digitales de la UE el viernes.

Las normas, pioneras a nivel mundial, para abordar los riesgos de la inteligencia artificial se acordaron a finales de 2023 y entrarán en vigor gradualmente durante el próximo año y medio. Además de prohibir el uso de la IA en ciertos escenarios, establecen numerosos requisitos diseñados para minimizar los efectos nocivos. Las primeras restricciones entraron en vigor en febrero, y las próximas fechas clave serán agosto de 2025 y 2026.

Sin embargo, en medio de una intensa presión sobre las normas, incluso por parte de la administración estadounidense tras la elección de Donald Trump, las empresas esperan directrices adicionales o estándares técnicos que les ayuden a cumplir con sus obligaciones.

Si bien los proveedores de los modelos de IA más complejos deberán cumplir con las nuevas obligaciones a partir del 2 de agosto, aún no está lista una guía clave en forma de código de prácticas.

En las últimas semanas, la industria ha estado presionando para que se implemente un mecanismo de detención del tiempo. Esto significaría que las fechas de solicitud se pospondrían si los estándares y las directrices no están listos a tiempo.

El viernes, algunos ministros de la UE también se mostraron abiertos a retrasar las restricciones.

La exigencia de detención del tiempo por parte de la industria es «razonable», declaró Dariusz Standerski, viceministro digital de Polonia, a POLITICO en una entrevista. Sin embargo, afirmó que retrasar los plazos por sí solo «no es la solución».

«Primero, necesitamos tener un plan: qué queremos hacer en esos meses adicionales», declaró en el marco de la reunión en Luxemburgo, que presidía bajo la presidencia polaca del Consejo. Sólo entonces Polonia estaría “abierta” a la idea, dijo.

“Con el tiempo, cuando aún desconocemos los detalles, podría ser razonable”, afirmó. “Posponer la aplicación 12 meses y no hacer nada mientras tanto… sería en vano”.

Esto ocurre en un momento en que la UE busca diversas maneras de reducir los requisitos para las empresas mediante un llamado esfuerzo de simplificación. Standerski afirmó que las conversaciones sobre simplificación que Polonia ha liderado arrojan luz sobre otras vías a explorar para la industria tecnológica.

“Recibimos mensajes contundentes de que la simplificación no se trata solo de reducir las regulaciones”, declaró Standerski, y también mencionó la necesidad de realizar evaluaciones de impacto adecuadas, abordar los costos de implementación de las normas y utilizar la tecnología para facilitar el cumplimiento.