La empresa farmacéutica afirma que establecerá un centro de incubación en el Parque Científico y Tecnológico de Hong Kong en el tercer trimestre.
MingMed Biotechnology busca cotizar en Hong Kong este año para recaudar fondos para investigar y comercializar una alternativa genéticamente modificada al bótox en China.
La empresa farmacéutica, con sede en el distrito de Nansha de Guangzhou, anunció que establecerá un centro de incubación en el Parque Científico y Tecnológico de Hong Kong en el tercer trimestre.
«Hong Kong cuenta con numerosas universidades e institutos de investigación de calidad, pero carece de muchas empresas biotecnológicas innovadoras», declaró Zhang Yan, director ejecutivo de MingMed, en una entrevista el viernes. «Nuestro objetivo es convertir los descubrimientos de investigación iniciales de las universidades de la ciudad en productos comerciales».
Afirmó que Hong Kong era una buena plataforma para la recaudación de fondos, la investigación inicial de fármacos y la comercialización global, mientras que Nansha era un lugar ideal para la investigación y la fabricación.
MingMed ha recaudado 1.750 millones de yuanes (243,7 millones de dólares estadounidenses) en múltiples rondas de financiación privadas, afirmó Zhang, y añadió que su mayor inversor institucional era Gaorong Ventures, con sede en Beijing. La compañía presentó una solicitud de cotización en Hong Kong en 2022, pero la dejó caducar debido a las desfavorables condiciones del mercado global para las acciones biotecnológicas, explicó.
El año pasado, MingMed completó un ensayo clínico de fase tres, en fase avanzada, sobre una alternativa al bótox genéticamente modificada, que se utiliza para reducir las arrugas. El bótox se elabora a partir de una toxina botulínica natural, una proteína producida por una bacteria. Los productos genéticamente modificados podrían reducir los costes de producción y mejorar la seguridad del producto, afirmó Zhang.