En un futuro próximo, los robots humanoides no solo podrán realizar tareas de cuidado para personas mayores, como empujarlas en silla de ruedas, sino que también reaccionarán ante ellas con diversas emociones, según un desarrollador líder.

Liu Lizheng, director de proyectos de robots humanoides en la Universidad Fudan de Shanghái, afirmó que, desde un punto de vista técnico, estas funciones se lograrán en un plazo de tres a cinco años.

«Para que las personas mayores acepten ser atendidas por robots, deben ser no solo lo suficientemente inteligentes para realizar tareas, sino también emocionalmente interactivos, para que sientan una sensación de calidez y compañía similar a la de un ser querido», afirmó Liu.

El robot humanoide número 1 de Guanghua, desarrollado por su equipo, se encuentra actualmente en fase de desarrollo iterativo de software y se espera su debut en un hospital de primer nivel en Shanghái antes de finales de este año. El robot demostrará su aplicación en el cuidado de personas mayores, afirmó Liu.

El objetivo del equipo es convertir el robot en uno altamente seguro y con capacidad de aprendizaje, capaz de reconocer diferentes situaciones al cuidar a una persona mayor. El objetivo final es reemplazar el rol humano en el cuidado continuo.

En la Exposición Internacional de Cuidados para Personas Mayores, Medicina de Rehabilitación y Atención Sanitaria Shanghái 2025, celebrada en la ciudad del 11 al 13 de junio, más de 500 empresas nacionales y extranjeras presentaron sus productos más recientes para el cuidado de personas mayores, incluyendo robots con exoesqueleto y sillas de ruedas inteligentes autónomas. Expertos del sector describieron el desarrollo de robots cuidadores como el inicio de una «era explosiva» en el sector. «Estas innovaciones marcan tres cambios clave en la economía plateada de China: de la sustitución funcional a la integración hombre-máquina en la tecnología, de la adaptación pasiva al empoderamiento activo en el diseño de productos, y de la atención única a una mejora integral de la calidad de vida en los ecosistemas de servicios», dijo Ma Zhiwen, subdirector general de Shanghai International Exhibition (Group) Co, coorganizador de la exposición.

Interacciones emocionales.

El robot humanoide Guanghua No. 1, desarrollado por la Academia de Ingeniería y Tecnología de la Universidad de Fudan, se presentó al público en julio de 2024. Con 165 centímetros de altura y 62 kilogramos de peso, el robot es capaz de caminar erguido y mostrar expresiones faciales. Sus desarrolladores lo describen como «un robot con emociones similares a las humanas, capaz de realizar operaciones flexibles y delicadas».

Una de las características clave del robot es su capacidad de percibir y responder a las emociones de los usuarios. Tiene una cara animada, similar a la de un dibujo animado, que hasta el momento puede expresar 21 emociones diferentes, incluyendo alegría, emoción, ira y tristeza.

Para lograr este nivel de inteligencia emocional e interactividad, un equipo multidisciplinario —con miembros de mecánica, biología, ingeniería, informática y big data— ha pasado más de tres años desarrollando el sistema de respuesta del robot.

«Al integrar dinámicas inspiradas en el cerebro y mecanismos de recompensa similares a la dopamina, junto con algoritmos de refuerzo coordinados de múltiples niveles, la percepción y los comportamientos del robot se han refinado para que sean más parecidos a los humanos y sutiles, lo que permite la generación de emociones multimodales», dijo Liu.

Además del compromiso emocional, las interacciones físicas del robot con personas mayores deben ser suaves y precisas.

Equipado con docenas de articulaciones inteligentes con engranajes variables y un modelo generativo jerárquico cuerpo-cerebro, se espera que el robot realice una amplia gama de acciones en el futuro, según los investigadores. También tendrá adaptabilidad en tiempo real para satisfacer diversas necesidades, como levantar objetos de diferentes texturas y tamaños.

En comparación con los robots que realizan tareas domésticas generales, los robots cuidadores, que tendrán una interacción intensiva con los humanos, requieren un mayor nivel de seguridad y precisión.

«La rutina diaria de un robot de este tipo incluye ayudar a las personas mayores a levantarse de la cama y a ir al baño», dijo Liu. «Esto es muy diferente de un robot doméstico que barre el suelo y dobla la ropa la mayor parte del tiempo, algo que no suele hacerse en presencia de personas.

«Un ejemplo extremo es el caso de un robot que choca con un usuario mayor; debe ejecutar acciones de protección rápidamente», dijo.

El objetivo final del robot, que a diferencia de un cuidador humano nunca perderá la paciencia, es comprender las intenciones de los usuarios y generalizar su capacidad para afrontar situaciones complejas. El robot necesitará cargarse una vez al día, como un teléfono móvil.

«Tras entrar en un entorno familiar, el robot observa el comportamiento y los hábitos de las personas y optimiza sus acciones y flujo de trabajo en consecuencia», explicó Liu. «La forma en que cada persona limpia el suelo puede variar, y existen estilos de cocina y preferencias gustativas muy diferentes. El robot debe aprender continuamente de forma autónoma para adaptarse a cada persona mayor y hogar».

Varios equipos nacionales e internacionales están desarrollando robots cuidadores similares para personas mayores, lo que refleja la urgente necesidad de este tipo de soluciones, afirmó el equipo de Fudan. China se encuentra actualmente a la vanguardia de la investigación y el desarrollo mundial en este campo, añadieron.

El robot humanoide número 1 de Guanghua está disponible actualmente en seis idiomas: chino, inglés, francés, alemán, español y ruso. Empresas de países como Singapur, Japón y Rusia, con poblaciones envejecidas, han mostrado interés en el robot, según el equipo de investigación, añadiendo que se trata de un desafío global compartido.

Después de la producción en masa, se espera que el precio minorista del robot esté entre 100.000 yuanes (13.928 dólares) y 200.000 yuanes, dijo Liu.

Los exoesqueletos alivian la carga.

La exposición de Shanghai de este año atrajo marcas de 16 países y regiones y abarcó un espacio de exposición de 50.000 metros cuadrados, el más grande en los 25 años de historia del evento.

Algunas de las tecnologías inteligentes mostradas en el evento ya han llegado al mercado.

Entre ellos se encuentra una silla de ruedas inteligente y autónoma desarrollada por Ankangtong, empresa con sede en Shanghái especializada en productos para el cuidado del hogar. Esta silla ya se utiliza en algunas residencias de alta gama para personas mayores en Shanghái y también contribuyó a establecer un estándar en la industria mediante su participación en un proyecto piloto en la Nueva Área de Pudong.

Gracias a sus avanzados sistemas de navegación, la silla de ruedas puede desplazarse de forma autónoma en interiores y exteriores, ofreciendo funciones como la prevención de obstáculos y la detección de caídas en tiempo real. También incorpora funciones de voz compatibles con varios dialectos y permite realizar videollamadas remotas. Estas funciones fomentan la independencia de las personas mayores y les permiten mantenerse en contacto con sus familias en todo momento, afirmó Ankangtong.

Otro producto con diversas aplicaciones prácticas es un robot exoesqueleto desarrollado por ULS Robotics, una empresa de alta tecnología fundada en Shanghái en 2018. Las personas mayores con músculos débiles pueden recuperar el movimiento en las rodillas y las caderas usando un robot exoesqueleto, dijo la compañía.

Ye Qing, un residente de Shanghái de 75 años, ha experimentado sus beneficios. Desarrolló atrofia muscular y tenía dificultad para caminar tras dos meses de hospitalización tras una cirugía. Ye probó el exoesqueleto robótico en abril, mientras ULS Robotics colaboraba con comunidades con una alta proporción de residentes mayores. Los ancianos recibieron una prueba gratuita y se les pidió que compartieran su opinión.

«Después de usar el dispositivo, sentí como si me impulsara las piernas para caminar, y podía levantarlas sin mucho esfuerzo», dijo Ye. «Antes no podía subir las escaleras, pero ahora me facilita mucho subirlas y bajarlas», añadió.

El exoesqueleto pesa 5 kilogramos y se coloca y retira en unos 30 segundos. Ya se ha utilizado en la práctica en algunas residencias de ancianos.

Los cuidadores humanos que usan el dispositivo obtienen un «superpoder», ya que les proporciona hasta 30 kg de asistencia cuando llevan un peso y reduce la carga de transporte sobre ellos en más del 60 por ciento, dijo la compañía.

Xie Hongjun es cuidadora en la residencia de ancianos del subdistrito Xiayang, en el distrito Qingpu de Shanghái. Desde que los robots exoesqueletos comenzaron a funcionar en la residencia en abril del año pasado, ha experimentado un alivio significativo del esfuerzo físico. Su rutina diaria consiste en cuidar a seis personas mayores, lo que implica ayudarles a levantarse y acostarse, darles la vuelta en la cama y moverlas.

«Siento claramente que el exoesqueleto robótico me ayuda a aliviar la carga en la cintura. Cuando me agacho, siento como si me empujara. Y cuando ayudo a una persona mayor a levantarse de la cama o de una silla, siento como si la levantara por mí para que yo no tenga que hacer tanto esfuerzo», dijo.

Según los últimos datos de la Oficina Nacional de Estadística, la población china de 60 años o más superó los 300 millones por primera vez a finales de 2024, alcanzando los 310 millones, lo que representa el 22% de la población total. Los expertos predicen que esta cifra superará los 400 millones alrededor de 2035.

En enero de 2024, la Oficina General del Consejo de Estado emitió un documento sobre el desarrollo de la economía plateada para mejorar el bienestar de los ancianos, elevando la economía plateada a un nivel estratégico económico internacional.

Shanghai, una de las ciudades más afectadas por el envejecimiento poblacional y en las primeras etapas de su desarrollo, publicó en diciembre un conjunto de medidas políticas para promover innovaciones de alta calidad y mejoras en la economía plateada mediante orientación política e iniciativas impulsadas por el mercado.

Más ligero y más asequible.

Zhang Hua, director de marketing de ULS Robotics, afirmó que sus productos se han aplicado durante años en el sector industrial, incluyendo empresas de fabricación de equipos y logística, y se han exportado a 17 países. Sin embargo, solo se han probado en el sistema de atención a personas mayores de China durante un año.

Los desafíos incluyen hacer que el diseño sea más liviano y reducir los costos al tiempo que se transforman los productos desde el uso industrial y de rehabilitación hospitalaria a aplicaciones de cuidado de ancianos, dijo Zhang.

«Cuando los robots exoesqueleto se convierten en un producto doméstico, la gente espera que sean tan ligeros como la ropa. Hemos logrado reducir continuamente el peso del producto desde decenas de kilogramos. Tenemos previsto lanzar un producto de 800 gramos durante la Conferencia Mundial de Inteligencia Artificial que se celebrará en Shanghái este julio», afirmó.

La empresa también ha avanzado continuamente en la reducción de costos. Mientras que un exoesqueleto robótico para rehabilitación médica en un hospital cuesta millones de yuanes, el precio objetivo para un dispositivo doméstico oscila entre 4.000 y 8.000 yuanes, lo que lo hace tan asequible como un teléfono inteligente, afirmó Zhang.

Para 2030, el mercado global de robots con exoesqueleto para el cuidado de ancianos podría alcanzar la asombrosa cifra de 48 mil millones de yuanes, según las previsiones de la industria.

ULS Robotics afirmó que, desde una perspectiva técnica, los robots que se llevan en el cuerpo humano son aún más complejos que los robots humanoides, ya que la forma de andar de cada persona es diferente. Una vez que un usuario se coloca un exoesqueleto robótico, el sistema debe responder rápidamente a sus necesidades y ritmo, deduciendo si desea caminar en terreno llano o subir y bajar escaleras, y a qué altura deben elevarse las piernas.

«Además, muchas personas mayores tienen problemas de salud subyacentes que les impiden caminar correctamente. Esto requiere que el robot sea más inteligente para percibir, aprender y adaptarse al usuario, en lugar de simplemente mejorar sus movimientos», afirmó Zhang.

En el Salón Internacional de Electrónica de Consumo celebrado en Las Vegas en enero, Zhang observó que los robots en el sector del cuidado de ancianos se dividían principalmente en tres categorías: robots humanoides orientados al servicio, exoesqueletos que mejoran las funciones que ayudan a los ancianos a recuperar la alegría y la autoestima de cuidarse a sí mismos, y compañeros de apoyo emocional, que generalmente tenían la forma de animales de compañía.

«Se prevé que, dentro de una o dos décadas, una amplia gama de soluciones robóticas se volverán comunes en los hogares de todo el mundo, revolucionando la forma en que cuidamos y apoyamos a nuestra población envejeciente», afirmó Zhang.